26 enero, 2008

¿Las TIC están generando innovación pedagógica en las aulas? Lo que nos dice la investigación

Los informes evaluativos de los últimos años indican que gran parte de los centros educativos europeos, y españoles en particular, disponen de suficientes recursos tecnológicos (computadoras, WIFI, conexión a Internet de banda ancha, pizarras digitales, proyectores multimedia, entre otros). Es decir, la tecnología ya no es el problema. Pero ello nos lleva a preguntarnos: ¿en qué medida éstas tecnologías son utilizadas con fines educativos en las escuelas? ¿Cuál es su impacto sobre el aprendizaje del alumnado? ¿Su utilización está generando mejoras e innovación en las prácticas de enseñanza y en los métodos desarrollados por el profesorado?. ¿Qué nos dice la investigación sobre lo que está pasando con las TIC en las escuelas?.

Sobre este particular existen un conjunto de informes recientes que han revisado los resultados encontrados en distintos estudios e investigaciones realizados en diversos países (Balanskat, Blamire y Kefala, 2006; BECTA, 2007; Candie y Munro, 2007). Al respecto una de las conclusiones más destacables (y quizás desalentadoras) de los distintos estudios es que, a pesar del incremento de la disponibilidad de recursos tecnológicos en las escuelas (computadoras, conexión de banda ancha a Internet, pizarras y proyectores digitales) la práctica pedagógica de los docentes en el aula no supone necesariamente una alteración sustantiva del modelo de enseñanza tradicional.

Así, por ejemplo, en el estudio desarrollado por Balanskat, Blamire y Kefala, (2006) para European Schoolnet bajo el patrocino de la Comisión Europea donde revisaron 17 investigaciones e informes que exploraron el impacto de las TICs sobre el aprendizaje y los métodos de enseñanza en los distintos sistemas escolares europeos concluyen que todos los países de la Unión Europea habían incrementado de forma muy notoria la inversión, el equipamiento, la conectividad, la formación del profesorado y la producción de contenidos digitales cara a incorporar las tecnologías en las escuelas. Sin embargo concluyeron que “los profesores usan las TIC para apoyar las pedagogía ya existentes. Estas son más utilizadas cuando se adecúan a las prácticas tradicionales. Los líderes escolares opinan que el impacto de las TIC sobre los métodos de enseñanza en sus escuelas son bajos” (pg. 4).

Por su parte, los datos aportados en los informes de BECTA (2007) o en el del Plan Avanza (2007), entre otros, ponen de manifiesto que el profesorado, en un porcentaje alto, es usuario de las TIC para el desarrollo de tareas vinculadas con la “planificación” de su enseñanza. Este tipo de tareas en las que son utilizadas las tecnologías digitales consisten preferentemente en:

- la programación didáctica de la asignatura, de unidades didácticas o de lecciones mediante la utilización de procesadores de texto
- la preparación de ejercicios o actividades que serán cumplimentadas por su alumnado
- la elaboración de presentaciones multimedia
- la navegación web para buscar información
- la comunicación por email con otros colegas
- la gestión administrativa: horarios, formularios burocráticos, boletines de calificaciones, etc.

Sin embargo, otro tipo de tareas planificadoras en las que las TIC juegan un papel relevante, apenas son desarrolladas por el profesorado ya que requieren un alto nivel de complejidad y de destrezas. Estas tareas a las que nos referimos y que desarrollan una minoría del profesorado serían:
- la elaboración y producción de materiales didácticos digitales tales como webquest, edublogs, u objetos de aprendizaje como animaciones, actividades interactivas, videoclips, ...
- el trabajo colaborativo con otros colegas apoyado a través de los recursos de la red para desarrollar proyectos conjuntos entre escuelas o clases geográficamente distantes.

Por otra parte, el alto porcentaje de docentes que utilizan las TIC fuera del contexto del aula (para la planificación y la gestión administrativa) contrasta con el limitado porcentaje de profesorado que las usa dentro del contexto de la clase con sus alumnos. Esta afirmación debiera ser matizada ya que existen notables diferencias entre unos países y otros dentro de Europa (European Commission, 2006). Pero el dato que nos interesa destacar es que cuando las tecnologías son utilizadas por el profesorado en el aula, el tipo de prácticas docentes con las mismas responden más a un modelo expositivo y/o tradicional de enseñanza que a planteamientos socioconstructivistas del aprendizaje.

Esta conclusión es similar a la planteada en el estudio realizado por Marchesi y Martí (2003) donde se puso de manifiesto que el modelo de enseñanza que comparten mayoritariamente profesores y alumnos utilizando las TICs en el aula es de carácter expositivo o de transmisión de información y que no supone necesariamente una alteración o innovación significativa del modelo de enseñanza que utiliza el profesor tradicionalmente. Estos autores señalan que “en este modelo, la utilización del ordenador es un instrumento que puede contribuir a que el alumno amplíe la información, realice ejercicios o establezca alguna relación interactiva pero con el mismo objetivo: aprender determinados contenidos y dar cuenta de ellos en la evaluación correspondiente” (pg. 115).

La presencia y utilización de las TIC en el contexto del aula no necesariamente implica innovación de la metodología de la enseñanza. Conclusión que reiteradamente sugirió Cuban (1986; 2001) hace ya más de veinte años. Lo que está ocurriendo actualmente es que se están innovando los recursos tecnológicos existentes en las centros educativos, pero las funciones didácticas que los profesores otorgan a estos materiales y el tipo de tareas demandadas a los estudiantes no representan una renovación pedagógica relevante.

De este modo, la utilización didáctica de las tecnologías digitales en las aulas consisten, en líneas generales, en la realización de tareas como:

a) Apoyar las exposiciones magistrales del profesor en el aula.
b) Demandar al alumnado la realización de ejercicios o microactividades interactivas de bajo nivel de complejidad
c) Solicitar al alumnado que busquen información en Internet como si fuera una biblioteca
d) Enseñar al alumnado competencias informáticas en el uso del software (por ejemplo enseñar a usar el power point, a diseñar pags. web, editar imágenes, etc.)

En síntesis, pudiéramos afirmar que los distintos informes informes internacionales que han revisado el impacto y utilización pedagógica de las TIC en las escuelas dibujan un panorama más gris de lo deseable, menos ilusionante de lo esperado. Existe evidencia de que las políticas de inversión económica en infraestructuras y recursos tecnológicos así como de los planes paralelos de formación del profesorado destinados al desarrollo de las habilidades de uso del hardware y software informático están redundando en un aumento de la presencia de las mismas en el quehacer profesional de los docentes, pero no necesariamente en una mejora e innovación de los procesos de enseñanza-aprendizaje desarrollados en la aulas.

De todas formas, hay que dar tiempo al tiempo, y seguramente tendrán que pasar varios años para que se generalicen en gran parte de las escuelas prácticas docentes innovadoras apoyadas en TIC. Creo que ello será inevitable.

19 enero, 2008

Tecnópolis: Un libro escrito hace casi tres lustros y que recomiendo releer

Este fin de semana, de modo azaroso, tropecé en mi biblioteca personal con el libro TECNÓPOLIS. La rendición de la cultura a la tecnología de Neil Postman(1931-2003). Era un texto que había leído hacía más de diez años atrás y de una forma u otra siempre me ha acompañado (lo he citado en varias ocasiones en lo que he publicado), pero al que no había vuelto a consultar desde entonces.

Tecnópolis fue un libro que, en ciertos ambientes intelectuales tuvo cierta difusión. Por ejemplo Luis Racionero, en el periódico EL MUNDO, publicó una reseña del libro. También puede verse otra reseña en la publicación digital EN PAPEL. Yo lo leí allá por el año 95 (es decir, a mediados de la década pasada) y fue uno de los libros que más me impactó y me hizo reflexionar sobre el avance científico-tecnológico que se estaba produciendo.

En aquel momento vivíamos un periódo absolutamente deslumbrante en los avances de la informática y las telecomunicaciones. Había aparecido Internet, aunque era cosa de inciados y el gran público lo desconocía. Me llamaba la atención de que les hablaba a mis colegas universitarios y amigos diversos de que tenía una cosa llamada correo electrónico, y de que a través del ordenador podía obtener documentos de otras partes del mundo, pero no sabían de que les hablaba. También en ese periodo la adminsitración norteamericana de Clinton/Gore había apostado decididamente por impulsar las denominadas "autopistas de la información", es decir, Internet. Empezaban a publicarse revistas informáticas que hablaban del tema y las primeras empresas .com comenzaron a crearse.

Era un tiempo de optimismo tecnológico, de fascinación por la digitalización, de sobreconfianza en que las nuevas máquinas nos llevarían a un mundo de mayor bienestar. Por todas partes se pregonaba la buena nueva de que las tecnologías de la información y comunicación eran la panecea para los problemas sociales y económicos de forma que una nueva etapa histórica se estaba abriendo en nuestra civilización. Este tiempo de ingenuidad y de inocencia se truncó bruscamente con la crisis del año 2000 de las empresas .com, y sobre todo, por los atentados del 11 S en Nueva York y Washington.

El libro de Postman me abrió fisuras (que ya no se cerraron) en mi visión sobre el progreso tecnológico. Desde entonces vi sombras oscuras en cada avance digital y ello me permitó matener una posición, muy útil, de escepticismo racional hacia las TICs que renuevo permanentemente ante los cantos de sirena que nos llegan ante cada nuevo invento digital.

Agarré el libro y me fui a una cafetería. Volví a abrir sus páginas y enseguí sentí la fuerza de las palabras que, hace una década me sorprendieron. Me llamó la atención de que en ningún momento nombra a Internet. Sencillamente porque cuando el autor lo escribió, no existía. Lo cual me hice pensar en la velocidad de los cambios tecnológicos y sociales (el libro origalmente fue publicado en inglés en 1992, y en España en 1994).
Seguramente las tesis de Postman de que hemos renunciado a controlar culturalmente la tecnología, para que sea ésta la que imponga sus valores e intereses sobre nuestra forma de vida social se han ratificado a lo largo de la última década. Tecnópolis es este nuevo modelo de sociedad donde el centro es la propia tecnología, y no el ser humano.

Qusiera finalizar este mensaje con algunas palabras del propio Postman tomadas hacia el final del libro:

"En este vacío entra el relato de Tecnópolis, con su énfasis en el progreso sin límites, en derechos sin responsabilidades y en tecnología sin costos. El relato de Tecnópolis carece de centro moral. En su lugar coloca la eficacia, el interés y el avance económico. Promete el cielo en la tierra gracias a las ventajas del progreso tecnológico. Descarta todos los símbolos y narraciones tradicionales que sugieren estabilidad y disciplina, y habla, en su lugar, de una vida de técnicas, pericias mecánicas y del éxtasis del consumo. Su objetivo es producir funcionarios para una Tecnópolis en curso." (pg. 231).

15 enero, 2008

Vandalismo, teléfonos móviles y adolescentes ¿qué está pasando?

Estoy altamente preocupado. Desde hace meses es relativamente habitual encontrar la triste noticia de que un grupo de adolescentes y/o jóvenes han atacado violentamente a un compañero, a una chica o a un adulto con la finalidad de grabarlo en un teléfono móvil (o celular en Latinoamerica) y posteriormente difundirlo en Interent a través de You Tube o sitiosweb de alojamiento de videoclips similares. Lo peor de todo es que casi nos estamos acostumbrando a este tipo de noticias:
- "Adolescentes de un instituto acorralan a un compañero y le pegan mientras otro lo graba en su teléfono"
- "Un grupo de chicas insultan y agreden a otra con la finalidad de grabarlo en el móvil"
- "Dos jóvenes vejan a un muchacho deficiente mental y lo publican en Internet"
- "Una banda de adolescentes atacan y queman a un mendigo para grabarlo en sus teléfonos"
- etc., etc.

¿qué está ocurriendo con nuestros jóvenes?. Hace meses pensaba que estos actos eran de la típica minoría de uno, dos o tres adolescentes gamberros -que siempre han existido-. Es decir, consideraba que eran casos o acontecimientos aislados y por ello, no eran excesivamente preocupantes.

Pero la realidad es más cruda de lo previsto y este tipo de actos violentos se están generalizando por toda la geografía española. Desconozco si ello está ocurriendo de forma similar en otros países europeos y latinoamericanos, pero me temo que probablemente así ocurra.

En estos últimos días la prensa en España se ha hecho eco de la noticia de que una mujer adulta fue brutalmente agredida por un grupo formado por una veintena de menores en Medina del Campo (Castilla, España) y que lo grabaron en video a través de sus teléfonos móviles. Es decir, no estamos ante el caso de dos o tres jóvenes vándalos, sino ante todo un grupo formado por más de veinte jóvenes!!!. Estos menores no son casos aislados, sino que se forman una especie de "jauría" a la caza de una víctima.

Pero lo peor, como estoy comentando, es que son muchas y variadas las noticias de este tipo que podemos leer en la prensa, oir en la radio o ver en la televisión. Al respecto quisiera recomendar el reportaje publicado hace algunos meses atrás en el periódico EL PAIS titulado Violencia con móvil donde se describe y explica el origen y forma de este tipo de actuación vandálica apoyado en la tecnología de los móviles.

Me he encontrado con este vídeoclip en You Tube -del periódico El MUNDO- que presenta un reportaje sobre una agresión ocurrida a un menor en un pueblo de Galicia. En dicho reportaje se ve la grabación de la paliza (la imagen es borrosa y de mala calidad, pero lo suficientemente explicita para ver el horror de la violencia). Aviso de que puede "herir la sensibilidad", porque presenta la crudeza, vejación y denigración que provoca este tipo de comportamiento violento que estamos comentando.



Ante este panorama, ¿qué hacer?. Es evidente que tanto para los padres como para los educadores este fenómeno debe representar un reto de primer orden sobre el que hay que actuar de forma urgente. Quiero suponer que asignaturas como "Educación para la ciudadanía" (tan necesaria, pero polémica) debieran ser los espacios escolares adecuados para trabajar los contenidos destinados a concienciar y desarrollar valores y actitudes de rechazo hacia la violencia en general, y de la utilización de los móviles (o cualquier otra tecnología) con fines perversos y vandálicos.

Supongo que este comportamiento juvenil es consecuencia del modelo de sociedad consumista, competitiva y centrada en el hedonismo inmediato. Pero me cuesta entender y explicar cómo es posible que la generación que más educación ha recibido a lo largo de la historia (porque estos adolescentes estan escolarizados desde que tenían tres años) sea también la menos sensible y la más agresiva con sus semejantes.

12 enero, 2008

ebooks escolares ¿los libros de texto del futuro?

Desde hace algunas semanas estoy dedicando distintos post o mensajes de este blog, al tema de los libros de texto y el libro electrónico. Considero que este es un tema altamente importante y relevante para quienes trabajamos y analizamos el uso de las tecnologías en las escuelas del siglo XXI. Y por ello continuaré desarrollándolo en los próximos meses.

La razón de la relevancia de esta temática estriba en que el curriculum escolar se apoya en este tipo de materiales didácticos altamente estructurados. De hecho, como ya expuse en un anterior mensaje, los libros de texto surgieron de forma paralela a la creación de un sistema escolar nacional destinado a toda la población infantil y juvenil. Sin los libros de texto (u otro material de similares características) el curriculum oficial difícilmente podría ponerse en práctica en las aulas a gran escala. En este sentido recomiendo la lectura de un libro de hace ya veinte años elaborado por el prof. Gimeno Sacristán de la Univ. de Valencia, titulado El currículum: una reflexión sobre la práctica. Morata. Madrid (1988) donde le dedica un capítulo al papel de los materiales curriculares, y específicamente de los textos escolares, en los procesos de diseminación y presentación del curriculum al profesorado así como de su implementación práctica en el aula.

¿Tienen sentido y utilidad los libros de texto en la escuela del siglo XXI? ¿Cómo serán los libros de texto del futuro?. Creo que éstas son dos cuestiones básicas que tenemos que empezar a plantearnos y reflexionar. ¿Debe seguir existiendo un material didáctico como los textos escolares en una escuela destinada a formar a los ciudadanos de la sociedad de la información y de las tecnologías? ¿Pueden enseñar y desarrollar sus tareas docentes el profesorado sin textos escolares en papel?

Supongo que el profesorado de dentro de una década apenas utilizará libros en papel, porque seguramente éstos empiecen a ser sustituidos por otros soportes electrónicos, como son los denominados, ebooks. Esta es mi hipótesis a medio y largo plazo. Los libros no desparecerán, aunque su soporte físico si se transformará. Es decir, mi visión es que dejarán de ser impresos en papel, y su soporte será digital. Ello evidentemente afectará de forma notoria a las características no sólo estructurales del texto escolar, sino también a sus potencialidades y propuestas de uso pedagógico. (Me reservo para un próximo post el desarrollo de estas ideas).

He rastreado en Internet buscando artículos, trabajos o publicaciones que reflexionen sobre el futuro de los libros de texto y en lengua española. Apenas he encontrado documentos. Algunas cosas de interés pueden ser las opiniones de J. Adell, JA Millan , J. Cortell y poco más. El panorama en español es muy pobre en propuestas sobre esta temática. Incluso si se consulta la web de la ANELE (la asociación que aglutina a la mayor parte de empresas editoras de textos escolares) no se encontrará ninguna reflexión al respecto.

Sin embargo, sí encontré varios textos en inglés que abordan alguna sugerencia de cómo serán estos nuevos libros de texto electrónicos. Por ejemplo, en TechLearning encontré un artículo de David Warlicktitulado Textbooks of the Future. Otro trabajo es el de Wendy J. Woudstra con el título de The Future of Textbooks: Ebooks in the Classroom. Por otra parte, en la revista Wired se puede acceder al artículo The future of e-Textbooks (aunque está ya algo obsoleto porque se publicó en el 2000). Me ha llamado la atención encontrarme con un blog dedicado a defender la difusión de materiales digitales educativos gratuitos que lleva el sugestivo nombre de Textbook Revolution y que lógicamente recomiendo visitarlo para quien quiera profundizar en esta temática.
También tiene interés ver la trascripción de un debate realizado a través de chat titulado Education Week's EdWeek Chat: Electronic Textbooks que puede consultarse en el CCT (Center for Children & Technology).

Para finalizar este mensaje sugiero la lectura de un debate producido entre Alice Owen, rectora en Irving, Texas, que defiendeque los libros de texto deben ser reemplazados por contenidos digitales y Renee Krupp, directora de tecnología para la educación en el Charter Community School (California), que opina que no. Aunque el texto de este debate originalmente fue publicado en lengua inglesa en la revista Learning & Leading with Technology leerlo en español en el sitio web de Eduteka.

¿Cómo serán estos nuevos ebooks escolares en su desarrollo multimedia? ¿Bajo qué filosofía educativa y para qué fines didácticos serán elaborados? ¿De qué forma afectarán al trabajo del docente y el alumnado? ¿Cómo diebiera ser el modelo de enseñanza en el aula con ebooks escolares? Es evidente que todavía nadie tiene las respuestas, pero al menos debemos comenzar pensar a debatir y sobre ello.

08 enero, 2008

Buenas prácticas en el uso de las TICs en el aula


Hace varios meses publiqué en este blog una especie de decálogo sobre buenas prácticas con TIC en el aula. Aproveché aquellas ideas para desarrollar un artículo más amplio titulado "Algunos principios para las buenas prácticas con TIC en el aula" que se acaba de publicar en un monográfico sobre esta temática de la revista Comunicación y Pedagogía nº 222 coordinado por el prof. de la Universidad de Sevilla Juan de Pablos.

En ese artículo planteo la necesidad de tener en cuenta ciertos principios básicos para planificar el uso de las TICs en los procesos de enseñanza y aprendizaje. Estos principios son los cuatro siguientes:
1. Los ordenadores o computadoras por sí solos, sin un modelo pedagógico, no generan una mejora sobre la enseñanza y el aprendizaje.
2. Las TIC debieran ser utilizadas para la organización y desarrollo de procesos de aprendizaje de naturaleza socioconstructivista.
3. La tecnología informática, a diferencia de la impresa o el soporte audiovisual, permite manipular, almacenar, distribuir y recuperar con gran facilidad y rapidez grandes volúmenes de información.
4. Las tecnologías digitales son poderosos recursos para la comunicación entre sujetos (tanto alumnado como profesorado) que se encuentren distantes geográficamente o bien que no coincidan en el tiempo.

En el artículo también sugiero que un proyecto o unidad didáctica destinada a que el alumnado aprenda a través de la realización de actividades realizadas con las TICs en una perspectiva metodológica que asuma los principios que hemos enunciando debiera planificarse bajo un modelo educativo caracterizado por lo siguiente:

Una de las metas relevantes del aprendizaje escolar consiste en ayudar al alumnado a reconstruir y dar significado a la multitud de información que obtiene extraescolarmente en los múltiples medios de comunicación de la sociedad del siglo XXI y desarrollar las competencias para utilizar de forma inteligente, crítica y ética la información.

La metodología de enseñanza que se desarrolle debe caracterizarse por cuestionar el monopolio del libro de texto como fuente única del conocimiento y estimular en el alumnado la búsqueda de nuevas informaciones a través de variadas fuentes y tecnologías, así como la reflexión y el contraste crítico permanente de los datos.

Enseñar con ordenadores en una perspectiva constructivista significa plantear problemas para que los propios alumnos articulen planes de trabajo y desarrollen las acciones necesarias con la tecnologías cara a construir y obtener respuestas satisfactorias a los mismos de forma que aprendan a expresarse y comunicarse a través de las distintas modalidades y recursos tecnológicos.

Frente al aprendizaje como una experiencia individual el reto es utilizar la tecnología para generar procesos de aprendizaje colaborativo entre los alumnos de la clase y entre clases geográficamente distantes.

El papel del docente en el aula debe ser más un organizador y supervisor de actividades de aprendizaje que los alumnos realizan con tecnologías, más que un transmisor de información elaborada.

En consecuencia, un posible listado, no exhaustivo, de actividades de aprendizaje que los alumnos podrían realizar empleando los recursos digitales serían las siguientes:

  • buscar, seleccionar y analizar información en Internet con un propósito determinado
  • adquirir las competencias y habilidades de manejo de las distintas herramientas y recursos tecnológicos: saber manejar software diverso, gestionar un sistema operativo, …
  • redactar textos escritos
  • elaborar presentaciones multimedia
  • resolver ejercicios y juegos on line
  • desarrollar proyectos de trabajo en WWW
  • exponer públicamente proyectos o trabajos en el aula mediante pizarras digitales
  • comunicarse y trabajar colaborativamente a distancia empleando recursos de Internet: foros, wikis, blogs, transferencias ficheros, correos, Messenger
  • expresarse y difundir sus ideas y trabajos empleando distintas formas y recursos tecnológicos (elaborar montajes audiovisuales, multimedia, páginas web)

Este conjunto de actividades con TIC representarían, desde mi punto de vista, un conjunto potencial de "buenas prácticas" pedagógicas a desarrollar en el aula con las computadoras.


07 enero, 2008

Los libros de texto: ¿indispensables para la cultura y práctica escolar?

¿Qué pasaría si un buen día todos los alumnos asistieran a las aulas sin los libros de texto en sus mochilas? ¿Podrían los profesores enseñar sus materias durante varias semanas e incluso a lo largo de todo el curso escolar? ¿Qué cambios tendrían que hacer los docentes en su ejercicio profesional? ¿Es, en consecuencia, imaginable un aula, escuela o instituto sin libros de texto?.

Aunque hoy en día, debido al peso de nuestra experiencia y la fuerza de la tradición escolar desarrollada a lo largo de todo el siglo XX, nos resulta difícil imaginar procesos de enseñanza sin libros de texto, éstos son un invento reciente generado de forma paralela a la creación de los sistemas escolares de educación pública, y en numerosas ocasiones se han desarrollado, muchas veces exitosamente, experiencias educativas sin los mismos. En España, la I.L.E. (Institución Libre de Enseñanza) en los años treinta, y posteriormente los M.R.Ps. (Movimientos de Renovación Pedagógica) han promovido el desarrollo de innovaciones y prácticas educativas que superasen la dependencia y uso exclusivo del libro de texto en la enseñanza. Asimismo lo largo del siglo XX numerosos pedagogos relevantes como Freinet, Freire, Neill, Kilpatrik, Dewey, ... propugnaron una enseñanza basada en la actividad y construcción del conocimiento por parte del alumno más que en la reproducción y aprendizaje memorístico basado en los libros de texto.
Hasta hace muy pocos años era inconcebible desarrollar algún tipo de actividad educativa, fuera para enseñar o aprender, sin utilizar algún medio impreso: libros de texto, de lectura, fichas, cuadernos de actividades, mapas, cuentos, .... Es más, la inmensa mayoría del profesorado sigue siendo incapaz de plantearse el desarrollo de la enseñanza sin apoyarse, en mayor o menor medida, en este tipo de materiales. Esto inevitablemente tiene una razón de ser y el uso de este tipo de tecnología tiene consecuencias evidentes sobre el tipo de cultura académica transmitida, los códigos y formas de representación de la misma, y el acceso y manipulación de la información posibilitado al alumnado. Para poder explicar este fenómeno tenemos que tener en cuenta que la cultura oficial que transmite la institución escolar es la cultura académica occidental, la cual ha sido elaborada alrededor de la tecnología impresa (McClintock, 1993).
El notorio desarrollo científico, tecnológico y cultural del mundo occidental producido desde el siglo XVIII no podría explicarse sin la existencia de esta tecnología. El invento de la imprenta, hace casi 500 años, posibilitó la difusión de las ideas, la generalización y democratización del conocimiento, el intercambio de productos culturales, y todo ello mediante una tecnología relativamente barata, accesible a muchos y diversos colectivos. La perdurabilidad de los mensajes impresos, la no excesiva complejidad en la producción y difusión de los productos impresos, y el consumo masivo de los mismos por la población alfabeta, ha posibilitado que nuestra cultura, tal como la conocemos, se haya construido gracias a la existencia de los libros.
Podríamos sugerir que la cultura escolar es una cultura de culto a la palabra escrita y consiguientemente es la tecnología dominante, y con mucho, sobre el resto de tecnologías en los procesos de enseñanza-aprendizaje del sistema educativo. Evidentemente no es posible explicar la hegemonía de los materiales impresos en el mundo escolar sin recurrir a la historia. Incluso muchos autores llegan a afirmar que la historia de los sistemas escolares como redes institucionalizadas de educación es paralela a la historia de los textos escolares. En este sentido, Westbury (1991) establece dos grandes periodos en la historia del material textual escolar:

a) El comprendido entre XVI y XVII, es decir, el periodo de surgimiento de la tecnología del libro impreso en que la enseñanza pudo liberarse de las limitaciones de la palabra oral pudiéndose centrarse en la potencialidad del libro como vehículo de comunicación. De esta época, es necesario destacar, como ya indicamos, a Comenio como el primer autor de un libro que con fines pedagógicos combinó la palabra escrita y la imagen: "Orbis Sensualium Pictus" (1658) del que se imprimieron ediciones durante 200 años.
b) El segundo gran periodo de expansión del material impreso lo sitúa Westbury a finales del siglo XIX y más en concreto en el siglo XX ya que el libro de texto pasó a ser el instumento básico para una organización a gran escala del curriculum y la enseñanza.
Para este autor, el canon del conocimiento empaquetado en un formato de libro de texto, tal como lo conocemos en la actualidad es consecuencia de dos factores históricos: por una parte, por los efectos del racionalismo y , sobre todo, del enciclopedismo del siglo XVIII, que se tradujo en la búsqueda de un conocimiento "objetivo" y "racional" sobre la realidad que rompiese con la tradición escolástica, mística y especulativa de los siglos anteriores. Como afirma Neira (1994):
"El significado moderno de los textos escolares tiene su referente histórico, no obstante, en las propuestas ilustradas, llenas de una gran carga revolucionaria y propuestas como una alternativa radical a las prácticas educativas de la Edad Media y del Humanismo renacentista... Las ciencias van ocupando el lugar que antes se reservaba a las lenguas y a las letras. Y la cultura científica se hace enciclopédica. El niño debe ir conocimiendo la totalidad de las ciencias. Naturalmente, no en toda su extensión; pero sí los principios y nociones básicas... Este enciclopedismo marcará el signo de los textos, y determinará, durante años, el futuro de la escuela." (p. 6)

Otro factor relevante en el proceso de generalización del uso del texto escolar tiene que ver con la institucionalización de los procesos de enseñanza en un sistema o red escolar nacional. Una de las metas o fines de estas redes universales de escolarización fue ofrecer una cultura común que permitiese homogeneizar la formación de toda la población de un país. Al no existir programas curriculares específicamente elaborados para la escuela, los textos asumieron esta función. Es decir, garantizar que todos los estudiantes recibieran uniformemente el mismo curriculum y consiguientemente fueran formados bajo un mismo patrón de cultura estándar que garantizase la cohesión social y preparase a los ciudadanos para las demandas del sistema productivo de la nación. (Apple, 1989; Westbury, 1991; Gimeno, 1994).

Fue importante, en aquel momento, alfabetizar a la mano de obra trabajadora y transmitir a toda la población una serie de elementos culturales comunes que sirvieran como señas de identidad nacionales. Para lograr tales fines pedagógicos fue imprescindible el desarrollar una habilidad instrumental de primer orden: saber leer y escribir, es decir, conocer y dominar los códigos del lenguaje textual. El acceso al conocimiento y a la cultura exigían estas habilidades. La institución escolar y libros de texto cumplieron a la perfección esta tarea. Éstos no sólo condensaban y sintetizaban el saber o conocimientos culturales mínimos que la infancia y juventud debieran aprender en matemáticas, historia, geografía, biología, ..., sino que también transmitían a la infancia y juventud los valores e ideas propios de la identidad nacional.

El libro de texto, en consecuencia, no es un medio o material didáctico más entre los restantes materiales curriculares (Martinez Bonafé, 2002). Ni por su historia ni por su naturaleza y características pedagógicas. El libro de texto es un instrumento, a diferencia de los restantes medios, que no se diseña (y consiguientemente no se utiliza) para que sea útil en situaciones específicas y puntuales de enseñanza, sino que es un recurso con suficiente potencial para ser usado a lo largo de todo un curso escolar completo. El libro de texto, en estos momentos, es el principal material que dispone el profesorado donde se dota de contenido y se operativizan en un nivel práctico las prescripciones de un programa curricular oficial específico. Como sugiere Gimeno (1988) los textos escolares son los recursos traductores y mediadores entre una propuesta oficial de curriculum y la práctica de aula. En el texto se encuentra la metodología que posibilita el desarrollo de los objetivos, se encuentran ya seleccionados y secuenciados los contenidos (con sus definiciones, ejemplos, interrelaciones, etc.), se proponen un banco de actividades sobre los mismos, se encuentra implícita la estrategia de enseñanza que ha de seguir el profesor en la presentación de la información, e incluso (a través de la guía didáctica o del profesor) algunas pruebas de evaluación para aplicárselas a los alumnos.

El texto escolar como sugiere Henson (1981) se convierte en "currículum". Es decir, utilizar el texto como instrumento eje de la enseñanza significa prescindir del currículum oficial y considerar como lo "enseñable" lo impreso en las páginas del mismo. Al ser el texto escolar un recurso que por su propia naturaleza interna es una tecnología que empaqueta un modelo para el desarrollo curricular (que pudiéramos metafóricamente etiquetar como "currículum precocinado"), el docente que asume y pone en práctica el proyecto curricular del texto, inevitablemente tiende a ceder sus responsabilidades planificadoras y de decisión instructiva a un elemento ajeno al contexto de su acción profesional. De este modo, el papel del profesor no será tanto el de ser un agente "director" como el de convertirse en un sujeto "ejecutor" de prescripciones externas sobre su marco de práctica docente. Su labor consistirá básicamente en gestionar la utilización y aplicación del texto en su contexto de aula. Sus tareas docentes tienden en concentrarse en "descongelar" las propuestas de acción instructiva sugeridas en cada lección del texto y regular y organizar los cursos de acción para que los alumnos se impliquen en la cumplimentación de las tareas textuales en la clase (Area, 2004).

06 enero, 2008

¿Quien usa más Internet? ¿los hombres o las mujeres?

Acaba de hacerse público un nuevo informe universitario que ha estudiado el uso de la tecnología, especialmente Internet, en función del género (hombres frente a mujeres). Dicho estudio ha sido dirigido por Cecilia Castaño, catedrática de Economía Aplicada de la Universidad Complutense de Madrid. La noticia y un resumen de los resultados fue publicada en el periódico EL PAIS en forma de reportaje titulado La tecnología abre la brecha entre los sexos.
En dicho artículo se afirma que Los hombres usan Internet más horas que las mujeres y que la mayor parte de los contenidos están pensados para ellos y se incide más en su formación tecnológica. Las diferencias de uso de Internet entre hombres y mujeres son notorias y se producen independientemente del nivel de estudios.
"La impresión más clara es que han trasladado los roles habituales al campo de las nuevas tecnologías", afirma Castaño. Tanto es así que las mujeres usan más el móvil y el correo electrónico para hablar y relacionarse, mientras que los hombres dan un uso más práctico a estos dos sistemas de comunicación.

Consultados hombres y mujeres por estas diferencias, ellos se atribuyen mayor interés y destrezas respecto a las nuevas tecnologías, aunque afirman que las mujeres jóvenes ya presentan estas mismas características. También creen que las mujeres son más prácticas y eso se aprecia en el uso de las tecnologías. Y opinan que los roles de género marcan esta diferencia.

Las mujeres, por su parte, señalan factores socioeducativos históricos y una incorporación tardía de la mujer al trabajo como una de las causas de su acercamiento más dificultoso a las nuevas tecnologías. También piensan que la mujer tiene mayor habilidad verbal frente a la tecnológica, que, a su juicio, favorece a los hombres. Pero se quejan de que los contenidos que se encuentran están muy pensados para los varones y que también influyen los factores económicos.

Sin embargo, me he encontrado en otro blog titulado Aussie un post que informa de otro estudio similar titulado "Mujeres on line" y elaborado por eMarketer que, al menos en USA, ellas son las que dominan el uso online, concretamente 97,2 millones de mujeres frente a 90,9. El estudio estima que este año usarán la red en USA el 66,2 % de las mujeres frente al 64,2 % de los hombres.

Otro informe de referencia para analizar el uso de Internet en función del género de los usuarios es el estudio realizado por Eurostat (es decir, la oficina estadística de la Unión Europea) titulado Gender differences in the use of computers and the Internet. El informe es reciente, de noviembre de 2007.

Por último quisiera referirme al documento titulado Género y TIC. Informe General dirigido por Anita Gurumurthy y en el que participan distintas investigadoras. Este estudio fue realizado por BRIDGE, un servicio especializado de investigación e información sobre género y desarrollo, dentro del Instituto de Estudios de Desarrollo (IDS) en el Reino Unido.

Como siempre estos datos, a veces contradictorios, nos llevan a reflexionar sobre la influencia del género hacia el uso de la tecnología. Ésta tradicionalmente ha sido cosa de los varones (por ejemplo, así ocurre con la mayor parte de los programadores, de los ingenieros informáticos, de los hackers, de los usuarios y creadores de videojuegos, ...). Sin embargo, creo que ello debe también vincularse a cuestiones generacionales. Con ello quiero decir, que posiblemente las nuevas generaciones de niños y adolescentes no manifiesten esta diferenciación tan nítida en el uso de Interente entre mujeres y hombres. Al menos tengo la esperanza de que esta brecha de género vaya desapareciendo con los actuales escolares y los niños y las niñas empleen la tecnología en función de sus necesidades e intereses, independientemente de su identidad sexual.

Hace ya varias semanas publiqué otro post que complementa este informe que titulé ¿Los ordenadores tienen sexo?

03 enero, 2008

Un videoclip sobre el libro electrónico

Hace pocos días comenté la noticia de que se había lanzado al mercado un nuevo dispositivo o soporte para el acceso y lectura de los denominados libros electrónicos o ebooks. (Véase el desarrollo del concepto libro-e en la enciclopedia Wikipedia). Me he puesto a indagar lo que existe en la Red al respecto y he encontrado algunas cosas interesantes.

Entre las mismas existe en YouTube un pequeño videoclip en el que se ofrece un reportaje audiovisual explicando qué es un libro electrónico. Este reportaje fue emnitido en el programa "En un Tic-Tac" de la cadena televisiva "la Sexta" de España. Tiene una duración de 5 minutos y explica con claridad las posibilidades de uso de estos libros digitales.

Es interesante destacar que en dicho reportaje se indica que existe un proyecto en Holanda en el que se pretende que los niños asistan a las escuelas llevando este tipo de aparato en vez de los libros de texto en papel. Como ya indique en un anterior post creo que este fenómeno será inevitable a medio plazo, por lo que el concepto de libro de texto y de material didáctico tendrá que reinventarse. Volveré a desarrollar estas ideas en nuevos mensajes.

02 enero, 2008

KINDLE: ¿será el soporte del futuro libro electrónico?

Acabo de leer estas navidades en el periódico EL PAIS un reportaje titulado ¿Estamos preparados para Kindle? que lleva el sugestivo subtítulo de "La irrupción del 'iPod de los libros' pone en guardia a los editores españoles - El revolucionario aparato electrónico permite leer hasta 90.000 títulos".
Evidentemente la curiosidad hizo que me detuviese a leer el desarrollo de la noticia. El artículo comienza afirmando "El genial artefacto impreso que conocemos por el nombre de libro está rodeado. Quienes pensaban que el invento de Gutenberg era tan práctico y tan perfecto en su concepción que sería insustituible hasta en la era digital, empiezan a dudar de sus certezas. Una enorme transformación se avecina en el mercado editorial. Sobre todo después de la llegada de un aparato que supondrá su más dura competencia, sino su desaparición a medio o largo plazo. Quédense con su nombre. Se llama Kindle."

Tal como lo anuncian estamos ante el aparato que hará realidad el concepto de libro electrónico. La verdad es que noticias similareas las había escuchado en años anteriores y por ello ahora mantengo una posición escéptica ante la misma De todas formas estoy convencido de que tarde o temprano se impondrá una tecnología que sustituya al papel como soporte de los libros.

Imagínense el impacto y consecuencias que una tecnología de este tipo puede tener en la enseñanza. Los libros de texto tal como los hemos conocido a lo largo del siglo XX tendrán que transformarse, porque ya no existirán en papel (el coste económico de su publicación es muy elevando y además se ahorrará en consumo de árboles). Piensen sobre ello y dejen volar la imaginación. Nuestros alumnos no tendrían que cargar en su mochila libros y más libros. Simplemente un aparato (pequeño, delgado y económico) en el que tendrían almacenados cientos de libros escolares y diversos documentos. En el reportaje que acbo de citar se indica que este nuevo aparato mide 18 centímetros de largo por 13 de ancho y pesa 300 gramos y caben hasta 200 libros.

¿Será KINDLE el nuevo soporte para el libro electrónico? No lo sé, pero seguramente en poco tiempo se generalizará una tecnología de este tipo. ¡Habrá que estar atententos en los próximos meses!